La motivación





Voy a intentar abordar el capítulo desde un prisma diferente.
No toda la motivación es buena. Permítanme un ejemplo.

En la temporada 2010/2011 el Real Betis jugaba su segundo año consecutivo en Segunda División. Tras el fracaso de no haber subido de categoría el año anterior el equipo encadenó una magnífica racha de resultados que le llevaron a batir el record de puntos logrados en la categoría en la primera vuelta del campeonato, yendo líder en solitario.
En la otra competición que jugaban, la Copa del Rey había tumbado a dos equipos de primera división, plantándose en cuartos de final y emparejándose con el FC Barcelona. El Barcelona llevaba el record de partidos ganados en competición oficial. A pesar de caer eliminados, el equipo bético cuajó una gran eliminatoria y consiguió vencer en el partido de vuelta por 3-1 a un mítico equipo liderado por Leo Messi.
Toda la prensa nacional se hizo eco de la gesta. El propio Guardiola calificó el juego de los sevillanos como propio de un equipo fuerte de Primera.
El ego de los béticos rebosaba y todos: directiva, cuerpo técnico y afición veían al club en Primera División. El día a día se había convertido en puro trámite.
¿Sabéis que ocurrió a continuación? El Betis perdió cinco partidos consecutivos: Villarreal B, Granada, Recreativo de Huelva, Elche y Valladolid. Eran rivales de muchísima menos fuerza que el Barca. ¿Qué había pasado? Un empacho de motivación había provocado que se creyeran superiores, que todo estaba hecho, que el mono de trabajo había que dejarlo en casa.
Afortunadamente pudieron recuperarse poco a poco del mazazo y retornar a Primera División  mientras que el Barcelona volvió a proclamarse campeón.

Tan peligroso puede llegar a ser una deficiente motivación, que puede dañar la autoestima y confianza, como una saturación que haga pensar que se está por encima del bien y del mal (ir de “sobraos” –como se dice en mi tierra-). 

3 comentarios:

  1. Tanto es así que esta temporada han empezado lanzados y solo hablan de permanencia. Creo que tienen una psicóloga muy buena que la quiere el Real
    Madrid. Saludos desde Cáceres y enhorabuena por el contenido del blog. J.A.P.T.

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    1. La prgunta sería cual es la linea que separa la motivación, con un exceso de confianza.

      saludos.

      C.R.L.

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    2. Estimado C.R.L., muchas gracias por pasar y por plantear la pregunta clave del artículo. Esa es la línea que marca la diferencia.
      Esas mismas circunstancias se dieron en un equipo comercial que conocía. Se llegaron a creer que eran mejor que los demás, que eran un equipo de élite y acabaron fracasando. Nunca puede salir del discurso la terminología del esfuerzo, del sacrificio y de la constancia. Si se observan síntomas contrarios... se está atravesando la línea.
      Un cordial saludo.

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