El ataque de los clones: el Excel


Decía un gran profesional de las ventas que "El Excel, todo lo aguanta". Por ello, cada vez que veo a un neófito en ventas redescubrir el oficio, parapetandose en una tabla de excel, me da la risa. 

El programa informático es una gran herramienta. Una potente calculadora de gran valor para trabajar las bases de datos y ahorrar tiempo. 
Pero, de ahí, a convertirlo en el nuevo Larousse de las ventas u otras disciplinas, dista un universo. Por si solo, NO es válido para tomar decisiones comerciales. Éstas deben tomarse por las personas competentes, tomando el pulso a todas las partes implicadas en el proceso: clientes, vendedores, tiendas, test, encuestas... 

En ocasiones, el medio se usa como fin, pretendiendo darle valor de dogma de fe: "Excel dice..." Pero Excel no dice nada. Es un simple programa susceptible de ser manipulado: gráficas con ejes cambiados, filtros inadecuados, tablas dinámicas dirigidas de antemano... 

Su relevancia es tal, que ocupa titulares en la prensa (juicio Gurtel, dobles contabilidades...). Algunos políticos se parapetan en esos gráficos manipulados que tan ocurrentes son para mostrar en los debates televisivos. Los mismos partidos políticos disponen de estudiosos trabajando con esos mismos números para ofrecer su interpretación númerica más partidista. 

Y en ventas, todo lo aguanta. Un poquito más en cada fila de un largo listado... y OBJETIVO LOGRADO antes de empezar el mes. ¿Ves? Es fácil. Al fin y al cabo nada es nuevo: "Si cada español me diera una peseta..."

El informe está en desuso, todo parece mucho mejor con un Excel de por medio. No es de extrañar que cada vez redactemos peor y nos sea más difícil gestionar una reunión argumental. Nada que nos deba asustar en una sociedad donde el médico, está pendiente del ordenador y la introducción de datos, mientras escucha en segundo término al paciente.