El vendedor quemado

Mi Peugeot 407 ardiendo "sin motivos" en la A-49. Verano 2010
Un término muy usado entre compañeros es el caso del “vendedor quemado” o dicho más modernamente con síndrome de burnout. 
Hay compañeros que siempre hablan del estrés y del sufrimiento del empleo elegido. En estas situaciones, los vendedores maestros veteranos pueden abrir un haz luminoso al respecto. Si ellos han sobrevivido, yo no voy a ser menos…
No procede realizar una negación del estrés laboral pues es una realidad y todos de alguna u otra forma lo hemos sufrido en algún momento de nuestras vidas, pero si quiero plasmar otra visión distinta en este capítulo.
Hace 6.000 años (ayer hablando en Paleontología) nuestra especie humana habitaba todavía en cuevas. El estrés debía ser tremendo. Una fiera podía adentrarse en la noche y devorar a parte del grupo. Podían llevarse a alguna de nuestras crías. Se sufrirían las inclemencias del tiempo. No siempre se podrían almacenar comida y habría que participar en peligrosas cacerías para conseguir comida.
Ir por agua a lagos o ríos donde a buen seguro se podría coincidir con mamíferos más grandes sería una aventura difícil.
Comparémoslo con la satisfacción de nuestras necesidades en el día de hoy: utilizar el grifo, abrir el frigorífico, el fuego al alcance de un botón...
Si aceptamos estos planteamientos: ¿no podríamos relativizar el estrés laboral de la venta?

Incluyo enlace de Predator,s Blog: "Desde mi pecera", el cual no tiene desperdicio. ¿Hablamos de supervivencia?  http://depredado.wordpress.com/desde-mi-pecera/

2 comentarios:

  1. No se si es correcto, pero pongo enlace de mi blog, donde hablo de lo importante que es conocer y dominar el habitat... porque ello, te protege!
    Al final, no dejamos de ser animales.... y yo por experiencia, he acabado entendiendolo, y ello, me ha llevado a sobrevivir a muchas cosas...
    Pongo el enlace, y si no es admitido, borras el comentario ok??
    saludos
    http://depredado.wordpress.com/desde-mi-pecera/

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    1. La duda ofende, amigo Depredado. La permanencia del enlace en mi blog lo engrandece, al igual que los comentarios. Lo incluyo dentro del propio post. ¡Muchas gracias por aportaciones tan valiosas!
      El día que a mí me promocionaron a supervisor, mi jefe nacional de ventas también me contó una historia de peceras...

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