La agresión comercial


El pequeño distribuidor continuaba cerrado en banda. 
Meses antes había retirado la "distribución básica" de una potente multinacional. La negociación estaba rota con la delegación provincial.
Central envió desde Barcelona al último negociador. Fue despachado con las mismas malas maneras con la que aquel director de cine se deshizo de Tom Hagen (consigliere de El Padrino) en su primera entrevista.
El plan B estaba gestándose. Un comando formado por 23 de los mejores vendedores de España iba a visitar la zona para "reventar" el fondo de comercio de aquel malencarado distribuidor.
El golpe iba a ser rápido, preciso y a la yugular. 
5 días eran suficientes. 
Otros distribuidores merodeaban como buitres en busca de la carroña. Todo estaba preparado a falta  del último ok de internacional. Solo era cuestión de tiempo. Internacional nunca había desautorizado a ninguno de sus directores generales.
La confirmación llegó en 48 horas (como siempre). Se estaban preparando los últimos detalles de la logística del despliegue.

La delegación provincial parecía un cuartel de guerra en espera del gran ejército. Su director, nervioso, tenía las instalaciones en perfecto estado de revista. Había empapelado la sala de juntas con un gran mapa agujereado con chinchetas de colores. Él no iba a dirigir la operación especial. Dudaba si debería ceder su despacho al señor X cuando llegara a tomar posesión temporal de aquello. "Esto no debería ser así" pensaba pero sabía que iba a ser. "En todo caso, debería dirigirla yo. Al fin y al cabo es mi zona" se lamentaba pero de sobras conocía también que tocaba callarse. 
Se había marchado el último administrativo y se encontraba solitario paseando sin rumbo fijo por la sala de juntas cuando sonó el teléfono. El pequeño distribuidor local estaba al otro lado del auricular. Mostraba bandera blanca y quería negociar / rendirse.

Quizás nunca jamás en su vida llegara a ser consciente aquel hombre de malas maneras, cabezón, honrado y trabajador, que había tomado la mejor (única) alternativa y que con aquella llamada de teléfono acababa de salvar su negocio y el de sus hijos.

Esta historia es pura ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Pero ocurrió.

4 comentarios:

  1. Bueno, una rueba mas, de que a veces el amor propio y el orgullo, estan reñidos con el negocio. Que la razon, no siempre da dinero, y que el corazon, a veces es enemgo de la razon. No es justo, pero como decian el el Padrino.. "nada personal, solo negocios". Una vez mas, se demuestra que, en los negocios.. "No consigues lo que mereces,consigues lo que negocias". Un saludo

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    1. Sin lugar a dudas, el comentario de Depredado es la moraleja y broche final a la historia que narro. Gracias. Comentario maestro.

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  2. ¿Debería el delegado haber cedido su despacho al comando de ventas? ¿Podría estar ahí una segunda "agresión comercial" encubierta? Buena historia. Todos los que llevamos tiempo en ventas hemos vivido si no una igual, alguna parecida. Saludos.
    Tomás. Valencia.

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    1. Muchas gracias Tomás por participar. Desde mi punto de vista sí, debería haberle cedido el despacho. No podemos olvidar que trabaja para una multinacional y que se ha generado un conflicto que la delegación provincial no ha podido resolverlo. El delegado debe ponerse a disposición del cuadro de mandos que traiga el comando y no "piar" mucho. Está en una posición de debilidad y por ello, conservar su posición depende del: 1º éxito de la operación 2º actitud colaboradora 3º "no piar mucho".
      Un cordial saludo.

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