Equipo de alto rendimiento: 14 claves



Hay tantos folios escritos sobre los equipos de trabajo... pero nunca serán suficiente. Vivimos en sociedad y trabajamos en equipos. Desde la época primitiva, nuestros antepasados sabían que la caza era más efectiva y menos peligrosa cuando era organizada en grupos.
El equipo sigue y seguirá siendo un pilar clave... pero ¿Qué distingue a un equipo de alto rendimiento de otro sumido en la mediocridad?

Un equipo de alto rendimiento dispone de un ADN propio que lo distingue del resto y lo convierte en una máquina engrasada para el éxito:

1. El concepto de la solidaridad es diferente: No hay un afán de cubrir al compañero que lo hace mal, existe una vocación de enseñarlo e impregnarlo de las "praxis" de éxito.
2. No es envidioso porque han alcanzado un nivel de compresión suficiente como para asimilar que el éxito del vecino se convierte en beneficio propio. Realiza sanos ejercicios de autocrítica.
3. Desarrolla objetivos a corto y medio plazo de una manera desmenuzada, conociendo y ordenando los pasos para el logro final. Ello implica una importante dosis de organización táctica en el día a día.
4. Exige liderazgos de nivel estratégico y que permitan "dejar hacer". La dirección debe confiar en la ejecución, pues no suelen estar alineados con sistemas de trabajo estandarizados y cerrados. Las direcciones autoritarias son incompatibles en estos equipos.
5. Son creativos y preguntones. No dudarán a la hora de plantear alternativas para el logro de los resultados.
6. Asumen retos de manera positiva y entusiasta. Es por ello que los objetivos imposibles o absurdos (el Excell todo lo aguanta) los desgasta enormemente.
7. Son capaces de improvisar ante cambios de circunstancias (gracias a su carácter creativo).
8. Tienen una alta predisposición al cambio, siendo en ocasiones precursores del mismo: abiertos a pruebas pilotos y experimentos.
9. No aceptan a los miembros tóxicos o roba energías, que no tienen cabida en el colectivo, consciente que constituyen una merma y lastre importante.
10. No son chivatos, pero si capaces de transmitir informaciones valiosas a su cadena de mando. Precisan igualmente información para trabajar con la menor incertidumbre posible.
11. Canalizan la presión del trabajo de una manera correcta y saben donde tienen que invertir los recursos para desbloquear situaciones.
12. Saben disfrutar fuera de su ámbito laboral, no llevándose a casa problemas del trabajo. Entienden que un buen compañero no tiene porque ser buen amigo personal... aunque estas circunstancias también pueden darse.
13. Poseen o buscan el don de la polivalencia, pudiendo modificar roles, aunque existan especialidades. Son curiosos en los procesos que no conocen aunque no les afecte directamente. Aceptan las diferencias dentro del propio equipo o empresa.
14. El optimismo es una de sus máximas (aunque analizan la derrota, sin que ésta les hunda). Saben que la unión en la diferencia no es una debilidad, sino una fortaleza. Pertenecer a estos equipos es altamente gratificante.