Mi hijo pequeño todavía no está en edad de leer ni de escribir. El otro día garabateo en un folio unos gráficos ilegibles. Se paseaba con ellos en actitud triunfal por la casa mientras voceaba que ya sabía escribir.
Con sorpresa, su hermana mayor recogió el manuscrito. Lo miraba al derecho. Le daba la vuelta y volvía a intentar interpretarlo... hasta que el final se rindió:
-"Hermanito, ¿que pone aquí? -preguntó
-"No lo sé. ¿No eras tú la que sabías leer? Pues dime tú lo que he escrito.
La anécdota, una de las miles que produce la observación de los más pequeños, me permitió extraer conclusiones aplicables a nuestro sector:
1º Perseverar, automotivarse y creerse capaz de hacerlo, dará alas. Transcurrido un mes de aquella simpática ocurrencia, mi hijo lee algunas palabras y escribe otras (ahora de verdad).
2º Las técnicas de investigación de mercado no pueden estar alejadas de las de acción. El binomio "yo escribo / tú lees" no funciona. Es tan inoperante como que un departamento de Ventas camine alejado del de Marketing.
3º No des credibilidad a todo lo que escuches. A veces hay informaciones erróneas e interpretaciones equivocadas y sacadas de contexto que intentarán salpicarte. ¿No eras tú el que sabía leer?
Enhorabuena por los consejos tan acertados!
ResponderEliminarLo más difícil para mí es el tema del ejercicio. Soy una persona físicamente muy activa, y en los períodos fuera de casa se me hace imposible hacer un hueco para el deporte. En los días más afortunados, uno llega al hotel a las 21:30 o así, y se puede salir, dependiendo de la zona, a trotar algo. Pero esos son los días más escasos...
Saludos y felicidades por el post!
Muchas gracias por la felicitación. Me alegro que los consejos resulten útiles. Son recopilaciones de lo vivido por muchos y grandes vendedores de trincheras. Te agradezco la visita al blog y tu comentario. Un cordial saludo.
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